Nuestro sentido de la dirección

 

Nuestro Sentido de la Dirección. 






 ¿Cómo es posible que los animales puedan encontrar la dirección en la que tienen que ir a través de países, en los bosques sin caminos, a través de desiertos vacíos, por encima y por debajo de los mares sin referencia? Y hacen todo esto por supuesto sin una brújula visible, un sextante, un GPS o un mapa. 

 ---Ronald Lockley 

 
Un giro hacia una carretera inexistente le sugería Google mapa, a una estudiante de Texas cuando estaba en una excursión hacia el Gran Cañón en Arizona. Ambar VanHecker de 24 años tomó esa carretera y se perdió durante 5 días en el desierto después de quedarse sin gasolina y sin señal en su teléfono “inteligente”. Finalmente, después de caminar 11 millas y tener un poco de señal pudo hacer una llamada a la policía, lo justo para que la fueran a rescatar, sobrevivió de milagro. 

 En un día de niebla en Tobermory, Ontrario en 2006 la policía recibía una llamada de emergencia por que una mujer había caído al Lago Hurton siguiendo las direcciones que le daba un GPS. Contó que tomó un giro en un muelle siguiendo las indicaciones del GPS y se calló en la horilla del lago con su Toyota. Ella también salía Ilesa. 

Podría estar contando cientos de estos casos que pasan cada día en el mundo. Casos de gente que siguiendo las indicaciones de Google mapa o GPS acaban en lugares no deseados. Gente que se quedan en las vías del tren, caen al mar o por barrancos, que de repente se encuentran dentro de un campo de golf e incluso en el salón de alguna casa particular. Estos casos se repiten más y más a menudo ya que cada vez la tecnología se hace más sofisticada y ustedes se hacen más dependientes de ella. Por lo tanto, van perdiendo el sentido de la orientación si es que se puede llamar así. ¿Para qué van a leer las señales de las calles si sus Google mapa le dice por dónde tiene que ir cuando van caminando? ¿Mejor aún para que caminar si pueden ir en Uber? 

 El gran Charles Lindbergh atravesó el Atlántico usando una simple brújula. Pero ahora los pilotos automáticos pueden dirigir a los aviones a cualquier aeropuerto del mundo y aterrizarlo. 

 A medida que ustedes se hacen cada vez más dependientes del uso de los teléfonos inteligentes para encontrar el camino al que se dirigen, los animales nos ponemos muy por delante y sabemos qué dirección hay que tomar para ir de un punto A, a un punto B sin depender de ningún instrumento. Es una habilidad que hemos desarrollado adaptándonos al entorno y a las necesidades que cada especie necesita para la supervivencia. 

 Tomemos por ejemplo la historia de un gatito casero normal. eEste gatito fue noticia después de caminar 300 Kilómetros para llegar de vuelta a su casa. Esto ocurrió en el 2012 cuando una pareja fue de vacaciones desde Palm Beach hasta Daytona Beach en Florida. La gatita se llama Holly y después de perderse cerca de Daytona
International Speedway la buscaron durante mucho tiempo sin tener éxito. Al no aparecer la gatita, sus cuidadores se regresaron a su casa en Palm Beach a 300 Kilómetros de distancia. Pues bien, dos meses después recibieron una llamada de un vecino cercano donde vivían y les informaba que Holly había aparecido en su jardín y que la podían ir a buscar. Holly había caminado 300 Kilómetros por la costa de Florida durante dos meses esquivando camiones, cocodrilos y humanos para regresar a su casa. 

 Algunas personas achacaron esto como una coincidencia, pero las evidencias sugerían que no, ya que sus patas estaban ensangrentadas y sus uñas desgastadas, había bajado mucho de peso y casi no se tenía de pie cuando la fueron a buscar. 

La historia de Holly no es la única que hay de gatitos o perros regresando a su casa después de caminar durante mucho tiempo para recorrer distancias de cientos de kilómetros. 

 ¿Cómo es posible que los animales podemos orientarnos sin el uso del GPS, mapas o sin preguntar a nadie? La historia de la gatita Holly no pasa todos los días, pero pasa y se hace algo normal. Es más, la supervivencia de muchas de las especies animales; ha sido posible gracias a la habilidad de regresar al lugar de nacimiento después de recorrer miles y miles de Kilómetros. Y todo esto es gracias a unos poderes impresos en nuestro ADN que hacen que podamos usar la navegación celestial y hasta la navegación de recepción magnética. 

Esta habilidad pone a sus mejores navegantes y exploradores en evidencia. Por no decir en ridículo. 

LA NAVEGACION A PLUMA. 



Esta historia es una de las historias de amor más bellas que conozco. Se trata de la historia de dos cigüeñas patilargas que vivían en los tejados de la bella Croacia. 

Un año un cazador furtivo disparó a Malena una hembra cigüeña y la hirió en un ala. Por suerte la rescató un bedel de una escuela de un pueblo llamado Slavonski y la curó; incluso ayudó a la cigüeña a construir un nuevo nido en el tejado de la escuela. Malena ya no podía volar… y tenía que quedarse todo el invierno viviendo en el interior con el bedel de la escuela durante varios meses. 
Una primavera cuando un macho de cigüeña que más tarde llamarían Klepetan pasaba por donde estaba el nido de Malena y la localizó. Fue a visitarla y se enamoró de ella. Desde entonces las dos cigüeñas se quedaron juntas. Klepetan enseñaba a volar a los polluelos y el solo hacía la migración de Sur África a Croacia. Llegaba al nido con precisión milimétrica. Klepetan y Marlene se convirtieron en unas auténticas celebridades entre la gente del pueblo que instalaron una cámara web para así observar a estos dos enamorados reunirse cada año. Un año, Klepetan no llegó el día que normalmente tendría que haber llegado y la gente entro en pánico. Pero por suerte seis días más tarde apareció y la gente entendió cuántos obstáculos tendría que haber sorteado para recorrer las enormes distancias que año tras año tenía que recorrer. 

 En otoño, los pájaros que migran conocen el cambio que tomará el clima y migran a lugares más cálidos donde hay más comida, y después en primavera regresan a los lugares de donde salieron. En el mundo hay diez mil especies de pájaros más o menos, y de estas unas 1,800 son migratorias. Las demás se quedan todo el año en el mismo lugar. 

Algunas especies van muy rápido a los lugares donde emigran, mientras que otras les gusta mirar el paisaje mientras hacen el viaje. La agachadiza común por ejemplo puede volar a más de 90 Kilómetros por hora y recorre 1600 kilómetros en dos días. Otros pájaros como el Aguja colipinta le gusta ir de un tirón y recorre sus 11000 kilómetros sin repostar o sea sin descansar o comer. Mientras que a otras les gusta ir despacio como La agachadiza americana que puede ir a 8 kilómetros por hora (no hay un pájaro que pueda volar más despacio en el planeta). 

La distancia que recorren los pájaros en sus migraciones puede variar mucho. El Urogallo Cantábrico habita las zonas montañosas la mayor parte del año y anida en las zonas más bajas cuando llega el invierno. Mientras que, en el otro extremo esta la charrana ártica que va desde Groenlandia hasta la Antártida, zigzagueando y haciendo lo que pareciera un rodeo, pero esto lo hace para no volar nunca en contra del viento. Puesto que estos pájaros viven aproximadamente trece años pueden llegar a volar en su vida el equivalente a ir a la luna y regresar tres veces. 

Se preguntarán; ¿Cómo pueden los pájaros ser tan precisos? Pues bien, ellos tienen un don con el que nacen. Un don para orientarse con los puntos magnéticos de la tierra. Algunas veces se cree que está en sus oídos y otras en sus ojos. Es como una brújula para ustedes pero que es parte de su cuerpo. 

 Los pájaros usan el campo magnético de la tierra, que, aunque sea muy suave ellos lo pueden percibir con la retina de sus ojos. Tienen una sensibilidad a la luz especial que llegan a captar a través de la fotoquímica. Esto quiere decir que en cuanto entran en contacto con la luz la fotoquímica queda susceptible a los cambios del campo magnético y así es como para ellos es muy fácil hacer un mapa de su entorno. 

 Los pájaros usan el cielo para navegar desde hace millones de años mientras que ustedes inventaron el reloj de sol hace 3500 años y el sextante hace apenas 300 años. Y hoy en día ustedes tienen que usar el IPhone para saber dónde están en el planeta tierra, mientras que los pájaros les bastan con mirar al sol un segundo y ya lo saben. 

 Las palomas comunes tienen unas habilidades extraordinarias para la navegación y los humanos los sabéis muy bien. Estos pájaros pueden alcanzar los 140 kilómetros por hora y recorrer distancias de hasta 1600 kilómetros para llegar a sus casas. 
Se guían por el sonido. Sonidos ultrasónicos que se encuentran a su alrededor y de esta manera pueden oír cuando llegan a casa. La forma en la que se guían las palomas es un misterio para ustedes. 

Pero la forma en la que otras aves como las rapaces se guían es muy similar a la de ustedes. Cuando quizás la mayor parte de las aves de presa tienen los ojos en los lados, las lechuzas tienen sus ojos como los de ustedes al frente. Lo único que cambia es que no los mueven dentro de sus órbitas, pero pueden mover sus cabezas hasta 270 grados. Todo esto es gracias a sus catorce vértebras que tienen en el cuello (comparado con las siete del suyo) y también su visión es mucho mejor que la de ustedes. 
Los búhos pueden ver una imagen tridimensional usando los dos ojos, lo que se conoce como vista binocular. Hasta muy recientemente sus científicos no creían que los búhos pudieran procesar mucha información visualmente. Por ejemplo, no creían que pudieran seguir un objeto en movimiento en un escenario cambiante. Sin embargo, después de varias pruebas hechas por científicos israelíes descubrieron que los búhos pueden seguir más de un objeto en movimiento en un escenario cambiante. Así es que el búho tiene un cerebro mucho más desarrollado que el suyo en cuanto a la visión se refiere. 

 Conclusión 


Es evidente que los cerebros de las aves son mucho más complejos de lo que creían ustedes. En sus estudios más recientes han descubierto que los pájaros tienen muchas más células en el cerebro que la mayoría de los mamíferos. Así es que cuando les digan que “tienes una cabeza de chorlito” no lo deberían de tomar como un insulto si no como un cumplido. Mientras que la mayor parte de los animales ya nacen con ese sentido de orientación que les gusta llamar a ustedes. Los humanos dependen de instrumentos electrónicos, mapas, señales y otras personas para encontrar el camino a casa. Considerando esto los animales somos en este sentido superiores a ustedes. Navegar en el planeta donde vivimos debería de ser algo esencial para la sobrevivencia y sin embargo cada año hay miles de ustedes que perecen por la desorientación. 


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